El Mesías Prometido (Segunda venida de Jesucristo) profetizó que una Tercera Guerra Mundial, de proporciones aún mayores que las dos anteriores, vendría después de la segunda. Esta profecía fue hecha en 1905:
Él dijo que “los dos campos antagónicos -el bloque comunista y occidente- chocarían tan repentinamente, que ambos se verían cogidos por sorpresa. La muerte y la destrucción lloverían desde el cielo y las llamas furibundas devorarían la tierra.”
Los colosos de la civilización moderna caerán al suelo. Tanto el bloque comunista como el bloque opuesto perecerán en la demanda. “Rusia y sus satélites, por un lado, y Estados Unidos y sus aliados, por otro, serán destruidos; su poderío quedará deshecho, su civilización será arruinada y sus sistemas hechos añicos. De semejante calamidad, Rusia ha de recuperarse antes que Occidente.”
La profecía dice claramente que el pueblo ruso se recuperará multiplicándose rápidamente.
“Podéis considerarlo una fantasía. Pero los que sobrevivan a la Tercera Guerra Mundial testimoniarán y darán fe de la verdad de cuánto he dicho. Son palabras de Dios Altísimo. Se cumplirán. Su designio no puede evitarlo nadie.”
El Mesías Prometido, fundador de la Comunidad Musulmana Ahmadía, además hizo miles de profecías que también se cumplieron. Entre ellas, profetizó cinco grandes catástrofes a escala mundial, incluyendo tres guerras mundiales.
Grandes potencias en Oriente: Japón y China
Durante los primeros días de la misión del Mesías Prometido, ningún país oriental rivalizaba con las naciones poderosas de Occidente. Sin embargo, en 1904 se le reveló que algunas naciones orientales surgirían como potencias capaces de desafiar la supremacía occidental. Poco después, en 1905, Japón venció a Rusia y empezó a destacarse como potencia en Oriente. Tras la Segunda Guerra Mundial, China también emergió como una gran potencia en el Este. La aparición de Japón y China como fuerzas mundiales cambió el curso de la historia, y se espera que su influencia se sienta aún más en el futuro.
Todo esto ocurrió según la voluntad divina, tal como lo revelara el Mesías Prometido (as).
La aniquilación del Zar de Rusia y su régimen imperialista
Otro evento significativo predicho por el Mesías Prometido (as) fue la caída del Zar de Rusia y su régimen imperialista, además del triunfo del comunismo. En 1905, profetizó, basado en revelación divina, que el Zar de Rusia, su familia, y su sistema de gobierno sufrirían calamidades. Curiosamente, poco después de este anuncio, surgió un partido político que, alrededor de una década más tarde, acabaría con la monarquía y la dinastía zarista.
El ascenso del comunismo y sus ramificaciones fueron tan significativos que transformaron la historia humana. Ningún país, incluido el nuestro, ha sido inmune a su impacto. Sin embargo, el desarrollo de estos acontecimientos no nos sorprende, ya que el Mesías Prometido (as) los había predicho, señalando que contribuirían al propósito divino. Fue pronosticado que en su tiempo emergerían dos grandes potencias y que el mundo se dividiría en dos campos hostiles, que eventualmente colisionarían y perecerían en la demanda. Esta, sin embargo, no es la única guerra que mencionó el Mesías Prometido y Mahdi, pues también profetizó cinco catástrofes mundiales, incluyendo tres guerras globales:
La Primera Guerra Mundial
En cuanto a la Primera Guerra Mundial, dijo que sorprendería al mundo. “El mundo quedaría estremecido. Los viajeros habrían de afrontar graves problemas. Los ríos se pondrían rojos de sangre. Los jóvenes atemorizados, se volverían viejos. Las montañas reventarían. Los horrores de la guerra enloquecerían a las gentes. Sería el tiempo de la destrucción del Zar. Se sembraría la semilla del comunismo. Las flotas se mantendrían alerta en zafarrancho de combate. Los imperios serían derrocados y las ciudades se volverían cementerios.”
Este conflicto sin precedentes sería seguido por otra guerra aún más devastadora, que alteraría el mapa mundial y el destino de las naciones. El comunismo se establecería como una fuerza mundial e impondría su influencia, y vastas regiones caerían bajo su control.
La Segunda Guerra Mundial
Después de la Segunda Guerra Mundial, muchas naciones de Europa oriental cayeron bajo el comunismo, y China, con sus cientos de millones de personas, también se sumó. Las naciones recién independizadas de África y Asia comenzaron a ser influidas por el comunismo. Así, el mundo se dividió en dos bloques opuestos, cada uno con un arsenal de armas modernas, y la humanidad quedó al borde de una catástrofe de muerte y destrucción.
Profecías celestiales que prueban la veracidad del Mesías
El Santo Profeta Muhammad (sa) predijo la llegada del Mesías y Mahdi hace más de mil trescientos años, asegurando que aparecerían grandes signos celestiales para confirmar su veracidad, incluyendo eclipses de sol y luna durante el mes de Ramadán. Esta alineación de eventos era inimaginable para la mente humana, pero, en su momento, el Mesías apareció y declaró ser el Prometido, acompañado por los signos celestiales profetizados: los dos eclipses.
Nacido en 1835, el Mesías Prometido (as) proclamó en 1891 su misión como Mesías y Mahdi, respaldándola con pruebas y muchos signos celestiales, incluyendo el memorable eclipse de luna:
“El día en el que la luna se eclipsó en favor del elegido de Dios”.
Advertencia y arrepentimiento
El Mesías Prometido (as) también señaló que la humanidad podría evitar el sufrimiento solo a través del sincero arrepentimiento y el camino de la virtud, tal como enseña el Islam. Él advirtió:
“Recordad que Dios me ha informado de muchos terremotos. Así como han sacudido a América y Europa, también sacudirán a Asia. Algunos se asemejarán al Día del Juicio, y tantos morirán que correrán arroyos de sangre. No estarán libres de esta muerte ni los animales ni las aves. La desolación cubrirá la tierra, en la mayor catástrofe desde el origen de la humanidad. Las casas serán destruidas como si nadie hubiera vivido en ellas."
También agregó:
“Toda la ciencia y la filosofía serán incapaces de prever algo similar. Entonces, la humanidad se llenará de angustia y preguntará qué está ocurriendo. Muchos huirán y muchos perecerán. Se avecinan días en que el mundo será testigo de un espectáculo aterrador. No solo habrá terremotos, sino también otras calamidades que caerán desde el cielo y la tierra. Esto sucede porque el mundo ha abandonado la adoración del Dios verdadero y se ha volcado totalmente en los negocios mundanos. Si yo no hubiera venido, estas aflicciones se habrían retrasado un poco, pero mi llegada ha desvelado los designios divinos. Dios dice: ‘No castigamos antes de enviar un Mensajero’”.
“Aquellos que se arrepientan encontrarán protección y misericordia. ¿Pensáis que estas calamidades solo afectarán a América y otros continentes, pero no a vosotros? Al contrario, pasaréis por pruebas aún más duras. Tú, Europa, no estás segura, y tú, Asia, no estás inmune. Habitantes de las islas, vuestros ídolos no podrán salvaros. Veo ciudades colapsar y poblaciones destruidas. Dios ha permanecido en silencio por mucho tiempo, pero ahora mostrará Su poder majestuoso. Que el que tenga oídos, oiga. El tiempo no está lejos. He hecho todo lo posible por ponerlos bajo la protección de Dios, pero se cumplirá lo que está escrito. También se acerca rápidamente la hora para este país. Los tiempos de Noé y Lot reaparecerán ante vosotros. Dios es lento en Su ira; ¡arrepentíos para obtener Su clemencia! Aquel que no le tema está muerto, aunque parezca vivir” (Haqiqat-ul-Wahi, pags 256-257).