El Profeta Muhammad: El Último de los Profetas

مَا کَانَ مُحَمَّدٌ اَبَاۤ اَحَدٍ مِّنۡ رِّجَالِکُمۡ وَ لٰکِنۡ رَّسُوۡلَ اللّٰہِ وَ خَاتَمَ النَّبِیّٖنَ ؕ وَ کَانَ اللّٰہُ بِکُلِّ شَیۡءٍ عَلِیۡمًا

“Muhammad no es el padre de ninguno de vuestros hombres, sino que es el Mensajero de Al’lah y el Sello de los Profetas; y Al’lah conoce perfectamente todas las cosas.” (33:41)

Introducción:

Este versículo del Corán resalta la superioridad del profeta del Islam sobre todos los demás profetas, siendo fundamental para cada musulmán creer en el profeta Muhammad como “el sello de los profetas”. Sin embargo, en el mundo musulmán existen diversas diferencias significativas en torno a este término. Incluso hay musulmanes que acusan y persiguen a los Ahmadis, supuestamente, por negar al profeta Muhammad (la paz sea con él) como sello de los profetas.

El debate lingüístico:

Antes de adentrarnos en el análisis de la expresión “sello de los profetas” (Jatamun Nabiyyin en árabe), es importante aclarar que la palabra Jatamun proviene de la raíz “JA TA MA”, que significa “terminar”. Sin embargo, cuando utilizamos este verbo junto con la preposición “sobre”, adquiere el significado de “sellar algo”. Por ejemplo, en el Corán, Dios menciona que Él selló los corazones de los incrédulos (2:8).

Por lo tanto, Jatamun significa literalmente “algo o herramienta que sella algo”. Se puede traducir como un anillo o un sello, cuyo propósito es sellar un documento o carta. Aunque uno de los significados del verbo es “terminar”, es incorrecto traducir Jatamun como tal, ya que el término árabe para “el último” o “el que termina algo” es JATIMUN.

La combinación de la palabra “Jatamu” con otro sustantivo es una expresión coloquial utilizada en árabe para denotar la excelencia y la superioridad de alguien. Por ejemplo, el profeta Muhammad (la paz sea con él) otorgó a Su Santidad Ali (que Dios esté complacido con él) el título de Jatamul Aulia [1], que significa “el sello de los amigos”. Esto no implica que Ali fuera “el último amigo de Dios”, sino que se refiere a que fue “el mejor amigo de Dios”.

De igual manera, el profeta Muhammad (la paz sea con él) le dio a su tío Abbas (que Dios esté complacido con él) el título de Jatamul Muhayirin [2], “el sello de los migrantes”. Esto no significa que fuera el último musulmán en emigrar por la causa de Dios, sino que se destacó como migrante.

Imam Shah Walliul’lah Delhwi recibió el título de Jatamul Muhaddizin, es decir, “el sello de los expertos en Hadiz”. 3Imam Shamsu Din fue denominado Jatamul Huffaz, “el sello de los memorizadores del Corán”, [4] e Imam Muhiyuddin Ibne Arabi fue nombrado Jatamul Aulia, “el sello de los amigos”.[5]

Estos ejemplos muestran que ser “el sello de algo” en árabe no implica ser “el último”, sino ser “el mejor y el más destacado”.

El contexto del versículo y los acontecimientos históricos:

“Y acuérdate de cuando dijiste a quien Al’lah había concedido Sus favores y a quien tú también concediste tus favores: ‘Conserva tu esposa para ti y teme a Al’lah’. Mas escondiste en tu corazón lo que Al’lah iba a sacar a la luz, y tuviste miedo de los hombres, mientras que Al’lah tenía mejor derecho a que Lo temieras. Después, cuando Zaid hubo cumplido lo que quería de ella, hasta el punto de no necesitarla más, la unimos en matrimonio contigo, para que no hubiese impedimento para los creyentes en cuanto a las esposas de sus hijos adoptados, una vez cumplido su deseo. Y el decreto de Al’lah debe cumplirse.” (33:38)

En los versículos previos a la mención de su característica como el sello de los profetas, se relata el matrimonio de Zaid Bin Harza (que Dios esté complacido con él), el hijo adoptivo del profeta Muhammad (la paz sea con él), con Zainab bint Yahash (que Dios esté complacido con ella). Aunque fue el profeta quien sugirió este matrimonio, por diversas razones, el enlace fracasó y ambos decidieron separarse. En el mismo versículo, se menciona que después del divorcio, Dios ordenó al profeta casarse con Zainab para aclarar que Zaid no era su hijo, ni Zainab su nuera. En la cultura árabe pre-islámica, los hijos adoptivos eran considerados como hijos biológicos, y sus esposas como nueras reales. El Islam anuló este concepto, aclarando que los hijos adoptivos no son hijos biológicos, y por lo tanto, sus esposas no son nueras. Se presenta el ejemplo del profeta y su hijo adoptivo para recalcar el mensaje de que el profeta no es el padre de Zaid:

“Muhammad no es el padre de ninguno de vuestros hombres, sino que es el Mensajero de Al’lah y el Sello de los Profetas.” (33:41) [6]

Por otro lado, en la sociedad árabe, la descendencia solo se reconocía a través de los hijos varones. El profeta, al no tener hijos varones, se convirtió en objeto de burla por parte de los incrédulos, quienes alegaban que su misión terminaría con su muerte. En respuesta, Dios profetiza que la descendencia de los enemigos del profeta será eliminada, a pesar de que ellos tengan hijos varones:

“En verdad, es tu enemigo, quien carece de descendencia.” (33:41) [7]

Dios aclara en este versículo que la descendencia del profeta no depende de un hijo varón, sino de su rol como mensajero y padre espiritual de los creyentes. Los creyentes son su descendencia, tal como las esposas del profeta son las madres espirituales de los musulmanes. [8]

¿El profeta Muhammad es el último profeta?

Algunos musulmanes sostienen que este versículo del Corán significa que el profeta no es el padre de ningún hombre, pero sí es el último mensajero de Dios. En otras palabras, Muhammad no tiene hijos biológicos, pero es el último profeta, es decir, no tendrá hijos espirituales.

Según esta interpretación, la palabra “pero” (en árabe walakin) resulta incoherente, ya que “walakin” se usa para aclarar una conclusión en relación con una percepción anterior. Por ejemplo: “Pablo no tiene trabajo, pero tiene dinero.” Esto significa que, a pesar de no tener trabajo, Pablo tiene dinero. Del mismo modo, “el profeta no tiene un hijo, pero es el padre de los creyentes y de los profetas”. Si “sello de los profetas” significa que es “el último profeta”, ¿cuál es el propósito de la palabra “walakin” en esta oración?

“‘El profeta no tiene un hijo, pero es el último profeta.’”

Los musulmanes que argumentan que “el sello de los profetas” significa “el último profeta” citan el siguiente dicho del profeta para respaldar su postura:

لَا نَبِيَّ بَعْدِي

“No hay ningún profeta después de mí” (Sahih Muslim) [9]

Es importante recordar que el profeta dijo estas palabras a su primo, Su Santidad Ali (que Dios esté complacido con él), cuando se estaba preparando para partir a la batalla de Tabuk y nombró a Ali como su representante en Medina. En ese contexto, el profeta aclaró que no habría un profeta inmediatamente después de él, a diferencia de lo ocurrido con Moisés (la paz sea con él) y Aarón (la paz sea con él). Después de la muerte de Moisés, hubo profetas que continuaron con su misión, pero en el caso del profeta Muhammad, no habrá un profeta contemporáneo o inmediatamente después de él; en su lugar, le sucederán califas que continuarán su misión. [10]

Este dicho no prohíbe completamente la posibilidad de un profeta posterior, sino que prohíbe la llegada de un profeta que sea un copartícipe de su profetazgo.

De manera similar, el profeta también dijo:

“No hay más migración después de la victoria (de Meca).” (Sahih Bukhari) [11]

Sabemos que, después de la victoria de Meca, hubo más migraciones en la causa del Islam, pero el profeta se refería a que no habría una migración de la magnitud de la que tuvieron los musulmanes antes de la victoria de Meca.

En otra ocasión, dijo:

“Cuando muera Cosroes (el rey del imperio persa) no hay más Cosroes después de él; y cuando muera César (el rey del imperio romano) no hay más César después de él.” (Sunan Abu Dawood) [12]

La historia demuestra que, aunque otros emperadores surgieron, no hubo líderes con la misma relevancia para el Islam que aquellos contemporáneos al profeta Muhammad.

Por lo tanto, el dicho “no hay más profeta después de mí” no excluye por completo la posibilidad de un profeta posterior, sino que prohíbe la aparición de un nuevo profetazgo distinto al del profeta Muhammad (la paz sea con él). Encontramos la misma interpretación también en los textos de Sheij Muhiyuddin Ibne Arabi [13] e Imam Sha’rani [14]. La esposa del profeta, Aisha (que Dios sea complacido con ella), elaborando este dicho explicó:

“Digan que él (profeta Muhammad) es el sello de los profetas, pero no digan que no habrá ningún profeta después de él”. [15]

Esta conclusión encaja absolutamente con la propia explicación del profeta, cuando dijo: “yo soy el último profeta en la misma manera que mi mezquita es la última mezquita”.[16]

Estamos todos de acuerdo en que la mezquita del profeta, la mezquita de Medina, es una de las primeras mezquitas y hasta hoy en día los musulmanes siguen construyendo nuevas mezquitas en cada rincón del planeta. Entonces la palabra “mezquita” no se refiere a ser la última mezquita en absoluto, sino que se refiere a la última forma revelada para expresar el culto hacia Dios. Asimismo, ser “el último profeta” se refiere al hecho de recibir la revelación divina como portador de leyes y mandamientos religiosos.

En otra ocasión, dijo el profeta, refiriéndose al mismo asunto, “que no permanecerá nada del profetazgo, excepto buenas noticias.[17] Significa que no habrá más revelaciones para agregar o modificar algo en su religión, pero habrá revelación como un medio de otrorgar a los creyentes buenas noticias.

En resumen, a diferencia del profetazgo judío que terminó con el adventimiento del profeta Muhammad (la paz sea con él), el profetazgo islámico nunca terminará, ni será reemplazado por un nuevo portador de ley.

La coherencia entre “sello de los profetas” y el advenimiento del Mesías:

Otra manera de entender aquel dicho es que no habrá ningún profeta después del profeta Muhammad (la paz sea con él) hasta la llegada del Mesías Prometido, tal como el profeta mismo dijo en otra ocasión:

“No habrá entre mí y entré él, es decir Jesús, un profeta, y él descenderá.”[18]

Afirmar que Dios cerró la posibilidad del profetazgo y a su vez de la revelación divina con todas sus facetas es contradictorio a las enseñanzas del Corán y del Profeta Muhammad (la paz sea con él).

En primera instancia, si el profeta Muhammad (la paz sea con él) es el último profeta en absoluto, ¿por qué profetiza el Corán el advenimiento de una persona como la segunda llegada del profeta Muhammad en los últimos días?[19]

De hecho, en relación con la llegada del Mesías Prometido, el profeta del islam profetizó especialmente su caracteristica de recibir la revelación divina de manera directa.[20]

Si no puede aparecer ningún profeta, ¿por qué el profeta Muhammad (la paz sea con él) le otorgó a la persona, que vendría en su representación en los últimos días, el título de “profeta”?[21] Incluso, ordenó a los musulmanes aceptarlo y expresar lealtad hacia él, porque él será el Mesías Prometido para los musulmanes.[22] Si el Mesías Prometido no es un profeta, carece de legitimidad para tomar el juramento en nombre del profeta Muhammad (la paz sea con él). Es la esencia de las enseñanzas islámicas que únicamente a un profeta le corresponde el hecho de unir a los creyentes bajo su autoridad como el portavoz de Dios en la tierra.

El significado verdadero del término “sello de los profetas”:

Según el Corán, es fundamental para el Mesías Prometido alcanzar por un lado el rango del profeta, y por otro lado, recibir su profetazgo como seguidor del islam y del profeta Muhammad (la paz sea con él), tal como dice el Corán:

“Pues quien obedece a Al’lah y a este Mensajero suyo, estará entre aquellos a quienes Al’lah ha concedido sus bendiciones; a saber: los Profetas, los Veraces, los Mártires y los Justos. ¡Qué excelentes compañeros son éstos!“[23]

Este versículo es clave para entender la esencia del término sello de los profetas. Si no fuera posible para ningún musulmán ser profeta, incluso el Mesías Prometido, Dios no habría listado el profetazgo como un accesible rango espiritual para los musulmanes. Aquí Dios explica que ser el sello de los profetas significa que el profeta Muhammad (la paz sea con él) es el único camino para ser una persona justa, un mártir, una persona veraz, e incluso, para ser un profeta. Entonces, él no es solamente el padre de los creyentes, sino que también es el padre del Mesías Prometido, que vendría como un profeta subordinado, para continuar con su misión en los últimos días. En otras palabras, el profeta Muhammad (la paz sea con él) no tendrá solamente personas justas, mártires y veraces como hijos espirituales, sino que tendrá también un profeta subordinado entre sus descendientes espirituales.

En síntesis, no hay ningún previlegio en ser el primer o el último profeta, sino que la superioridad por ser el sello de los profetas consiste en ser el mejor profeta. La superioridad del profeta Muhammad (la paz sea con él) no depende en absoluto del orden cronológico y por ello dijo que él ya era el sello de los profetas cuando la creación del ser humano todavía estaba en proceso. [24] Por otro lado, dijo tras el falleceimiento de su hijo Ibrahim, que si su hijo hubiera permanecido vivo, él habría sido un profeta. [25] En nuestro contexto, significa que incluso si viniera posterior a él algún profeta no anularía su superioridad como el sello de los profetas. Por contrario, el profeta del islam es aquel profeta que verifica con su sello el profetazgo de los mensajeros anteriores y es también aquel cuya firma es necesaria para ser una persona justa, un mártir, una personsa veraz y para ser un profeta subordinado a él.

“El sello de los profetas” desde la perspectiva de la Comunidad Musulmana Ahmadía:

La Comunidad Musulmana Ahmadía cree firmemente que el profeta Muhammad (la paz sea con él) es el sello de los profetas. Él es el último portador de una ley, y con su advenimineto y a su vez con la revelación del Corán, se manifestó el islam cómo la última religión, tal como lo anunica Dios en el Corán:

“Hoy os he perfeccionado vuestra religión y he completado Mi gracia con vosotros y os he elegido el Islam como religión.”[26]

Los Ahmadis creen que Su Santidad Mirza Ghulam Ahmad (la paz sea con él), el fundador de la Comunidad Ahmadía, es el mismo Mesías y Mahdi, cuyo advenimiento fue profetizado por el profeta Muhammad (la paz sea con él). Su Santidad Mirza Ghulam Ahmad (la paz sea con él) alcanzó el rango de ser un profeta subordinado por el sello del profeta Muhammad (la paz sea con él), es decir, por ser ciento por ciento su fiel seguidor, tal como él mismo elabora su rango en las siguientes palabras:

“Cada día Al’lāh sigue humillando a mis oponentes ignorantes, manifestando todo tipo de signos. Juro por Dios, que así como Él otorgó Su Palabra al profeta Abraham (as) y luego a Isaac (as), Ismael (as), Jacob (as), José (as), Moisés (as) y Jesús, el Hijo de María (as); y después de todos ellos habló con inigualable claridad y pureza a nuestro Profeta Muhammad (sa), también me ha honrado con Su Palabra y revelación. Pero este honor me ha sido concedido únicamente por mi completa sumisión al Santo Profeta Muhammad (sa). Si no hubiera formado parte de la Ummah (pueblo) del Santo Profeta (sa) y no hubiera sido su seguidor, entonces, aunque mis buenas acciones hubieran igualado a todas las montañas del mundo, nunca habría recibido este honor de la conversación Divina con Al’lāh, pues todo profetazgo ha llegado a su fin excepto el Profetazgo de Muhammad (sa). Ningún profeta portador de Ley puede venir después de él, pero un profeta que no traiga una nueva Ley puede venir, aunque ha de ser primero seguidor del Santo Profeta (sa). Sobre esta base, soy tanto un Ummati (miembro de la Ummah) como un profeta. Mi condición de profeta, o sea, mi conversación con Dios, no es más que un reflejo de la condición de Profetazgo de Muhammad (sa). Aparte de esto, mi condición de profeta no es nada. Es el mismo Profetazgo de Muhammad (sa) que se ha manifestado a través de mí; y puesto que soy un mero reflejo de él, así como su devoto seguidor, esto no disminuye en lo más mínimo el alto estatus del Santo Profeta (sa).” [27]

Conclusión final:

No hay ninguna diferencia entre los Ahmadis y el resto de los musulmanes sobre el hecho de que el profeta Muhammad (la paz sea con él) es el sello de los profetas. Todos los musulmanes, de una u otra faceta, sostienen la misma doctrina principal: el profeta del islam es el sello de los profetas, pero no es el último profeta en aparecer debido al advenimineto del Mesías Prometido en los últimos días. En fin, la diferencia entre los Ahmadis y el resto de los musulmanes consiste en el asunto de quién es tal Mesías Prometido.

Referencias:
[1] Tafsire Safi, Cap.33 Vers. 41

[2] Kanzul Ummal, Harful Ain Fi Zikril Abbas

[3] Revista Ayala Nafia Vol. 1

[4] Debacha Atayridus Sarih

[5] Futuhate Makkiya

[6] 33:41

[7] 108:4

[8] 33:7

[9] Sahihi Muslim, Kitab Fazailus Sahaba

[10] Bujari, Kitab Ahadizul Anbia

[11] Bujari, Kitabul Yihad Wasseir

[12] Bujari, Kitabul Iman Wan Nuzur

[13] Futuhate Makiya

[14] Aliawaqitu Wal Yawahir

[15] Durre Manshur, Vol. 5, pg.204

[16] Sahih Muslim, Kitabul Hayy

[17] Bujari, Kitaabul Ta’bir

[18] Abu Daud, Kitabul Mlahim

[19] 62:3-4

[20] Muslim, Kitabul Fitan Wa Ashratus Sa’ah

[21] Muslim, Kitabul Fitan

[22] Ibne Maya, Kitabul Fitan

[23] 4:70

[24] Mishkatul Masabih, Kitabul Fitan

[25] Ibne Maya, Kitabul Yanaiz

[26] 5:4

[27] Rohani Jazain, Vol. 20, pg. 411

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