El Profeta Muhammad (saw) trajo a la humanidad la ley perfecta, el Sagrado Corán, que explica la naturaleza del hombre y su psique, así como los caminos para alcanzar la paz. Él mismo había sido designado por Dios como modelo a seguir para todos los buscadores de Dios y como un ejemplo de vida sincera y verdadera. Surgió entonces la pregunta legítima entre sus compañeros sobre qué sucedería después de su muerte. ¿Cómo podrían las personas, especialmente los musulmanes, ser guiadas sin el presente ejemplo práctico del Profeta (saw)?
Allah informó al Profeta (saw) sobre este asunto, revelando que después de su muerte habría una Caliphía, lo que significa que se elegirían “diputados” (Khalifas) entre los musulmanes para guiar a los creyentes. Luego habría un tiempo en el que los gobernantes mundanos se adueñarían del cargo de Califa para mal utilizarlo en su propio beneficio. Mientras tanto, Allah enviaría reformadores (Mujaddids) para asegurar que aquellos que buscan la verdad y una vida pura y espiritual sean guiados y no se enreden demasiado en asuntos mundanos.
Eventualmente, Allah informó al Profeta (saw) que la fe sufriría tal declive que los eruditos religiosos se convertirían en “las peores criaturas bajo el cielo“. Solo entonces regresaría Jesús (as), el hijo de María. Él también sería el Imam Mahdi, quien guiaría a los musulmanes, después de un largo período de oscuridad, nuevamente hacia las verdaderas enseñanzas del Islam.
Esta profecía se hizo realidad con la aparición de Hadhrat Mirza Ghulam Ahmad (as), quien cumplió las profecías sobre el regreso de Jesús y la aparición del Imam Mahdi. Sin embargo, la historia del Islam no termina con esta aparición anunciada y el progreso del Islam que el Mahdi y el Mesías Prometido (as) iniciarían.
Nuevamente surgió la pregunta de qué sucedería tras la muerte del Mesías Prometido e Imam Mahdi (as). Dios reveló algo sobre esto también. Le dijo al Profeta Muhammad (saw) que, después de la muerte del Mesías Prometido (as), se establecería una nueva Caliphía, la cual perduraría hasta el Día del Juicio. Cuando el fundador, Hadhrat Mirza Ghulam Ahmad (as), falleció en 1908, la comunidad eligió un Califa como su sucesor de acuerdo con la regla islámica.
La Caliphía de la Comunidad Musulmana Ahmadiyya
De este modo, la Comunidad Musulmana Ahmadiyya es dirigida por los sucesores elegidos del fundador de la comunidad, los califas. En el Ahmadiyya, el cargo de califa no se hereda, sino que se elige. Además, la Comunidad Musulmana Ahmadiyya rechaza vehementemente cualquier mezcla de política y religión, por lo que la caliphía de la Comunidad Musulmana Ahmadiyya es puramente espiritual y aboga por la paz en el mundo. Hadhrat Alhaj Hakim Nuur-du-Din (ra) fue elegido como el primer sucesor del Mesías Prometido (as), el primer califa de la Comunidad Musulmana Ahmadiyya. Así, reestableció la institución de la caliphía guiada correctamente.
La historia de la Comunidad Musulmana Ahmadiyya, y en especial de sus califas, está llena de numerosos ejemplos de cómo Dios bendice enormemente a la comunidad a través de la caliphía y la protege de los peligros. La unidad y solidaridad de la Comunidad Musulmana Ahmadiyya bajo sus respectivos líderes, los califas, ha sido y es única. Desde hace más de un siglo, la Comunidad Musulmana Ahmadiyya ha sido la única comunidad entre los musulmanes del mundo en tener una caliphía viva. Un hombre de Dios, el hombre de Dios en la tierra, Su Santidad Mirza Masroor Ahmad (Mir-za Mas-roor Ah-mad), es el quinto Califa de la Comunidad Musulmana Ahmadiyya. Elegido para este cargo vitalicio el 22 de abril de 2003, él sirve como el líder espiritual y administrativo global de una organización religiosa internacional con una membresía que supera los 10 millones en más de 200 naciones y territorios.
Iniciativas de Paz
Su Santidad es la figura musulmana líder en la promoción de la paz y la armonía interreligiosa. A través de sus sermones, conferencias, libros y reuniones personales, Su Santidad ha abogado continuamente por la adoración de Dios Todopoderoso y el servicio a la humanidad. También aboga constantemente por el establecimiento de derechos humanos universales, una sociedad justa y la separación de religión y estado.
Desde su elección como Califa, Su Santidad ha liderado una campaña mundial para transmitir el mensaje pacífico del Islam, a través de todos los medios impresos y digitales. Bajo su liderazgo, las ramas nacionales de la Comunidad Musulmana Ahmadiyya han lanzado campañas que reflejan las verdaderas y pacíficas enseñanzas del Islam. Los musulmanes ahmadíes en todo el mundo están involucrados en esfuerzos comunitarios para distribuir millones de folletos de ‘Paz‘ tanto a musulmanes como a no musulmanes, organizar simposios interreligiosos y de paz, y presentar exhibiciones del Sagrado Corán, para presentar su mensaje verdadero y noble. Estas campañas han recibido cobertura mediática mundial y demuestran que el Islam defiende la paz, la lealtad a la nación en la que uno reside y el servicio a la humanidad.
En 2004, Su Santidad lanzó el Simposio Nacional de Paz anual, en el que invitados de todos los ámbitos de la vida se reúnen para intercambiar ideas sobre la promoción de la paz y la armonía. Cada año, el simposio atrae a numerosos ministros en funciones, parlamentarios, políticos, líderes religiosos y otras personalidades. En 2009, Su Santidad también lanzó el ‘Premio Ahmadiyya Musulmana por el Avance de la Paz‘; un premio internacional de paz para individuos u organizaciones que hayan demostrado un compromiso y servicio extraordinarios con la causa de la paz y el humanitarismo.
En 2012, tanto el Congreso de los Estados Unidos como el Parlamento Europeo se beneficiaron directamente del mensaje de paz, justicia y unidad de Su Santidad.
El 27 de junio de 2012, Hazrat Mirza Masroor Ahmad fue recibido en Capitol Hill en Washington D.C., donde pronunció un discurso principal titulado ‘El Camino hacia la Paz – Relaciones Justas entre las Naciones’, ante una audiencia compuesta por más de 30 miembros del Congreso de los Estados Unidos. En concomitancia con este evento histórico, se presentó una resolución bipartidista en la Cámara de Representantes en honor a la visita de Su Santidad.
El 4 de diciembre de 2012, Su Santidad pronunció un discurso principal histórico en el Parlamento Europeo en Bruselas, ante una audiencia llena de más de 350 invitados de 30 países, incluido el Presidente del Parlamento Europeo. Durante su discurso de treinta y cinco minutos, Su Santidad hizo un llamado a la Unión Europea para preservar su unidad y abogó por la igualdad y la justicia en las relaciones internacionales.
El 11 de febrero de 2014, Su Santidad pronunció el discurso principal en la ‘Conferencia de las Religiones del Mundo’ celebrada en el Guildhall de Londres. Durante su discurso, Su Santidad delineó el compromiso del Islam de promover la comprensión mutua, la tolerancia y el respeto basados en las enseñanzas del Sagrado Corán y la vida del Profeta Muhammad (paz sea con él).
Servicio Público
Su Santidad ha viajado globalmente para promover y facilitar el servicio a la humanidad. Se reúne regularmente con presidentes, primeros ministros, otros jefes de estado, parlamentarios y embajadores.
Su Santidad muestra un interés particular en aliviar el sufrimiento de las naciones en desarrollo, ayudando a mejorar su agricultura y facilitando el acceso a alimentos, agua limpia y electricidad. Supervisa el trabajo de la Asociación Internacional de Arquitectos e Ingenieros Ahmadíes (IAAAE), una organización encargada de liderar diversos proyectos humanitarios y de desarrollo en áreas remotas del mundo. El alcance y la experiencia de esta organización han crecido rápidamente bajo su liderazgo. Asimismo, Su Santidad apoya el trabajo de “Humanity First“, una organización benéfica internacional de alivio en desastres y desarrollo, entre otras organizaciones similares.
Bajo el liderazgo de Su Santidad, la Comunidad Musulmana Ahmadiyya ha construido varias escuelas y hospitales que brindan instalaciones de alta calidad en partes remotas del mundo. Y a través de diversos programas de la Comunidad Musulmana Ahmadiyya, Su Santidad ha financiado la matrícula y educación de numerosos estudiantes desfavorecidos en todo el mundo, independientemente de su trasfondo religioso.
