Sin embargo, cada nueva era trae nuevos desafíos, por lo que Dios ha prometido a los musulmanes que renovará o reformará su religión de vez en cuando. La tarea de un Mujaddid (renovador de la religión) es restaurar las enseñanzas originales de la religión e interpretar el Sagrado Corán de acuerdo con las necesidades y desafíos de la nueva era.
Además, el Santo Profeta Muhammad (saw) hizo una serie de profecías que hablan del regreso espiritual de Jesús (as) y la aparición del Imam Mahdi.
Según las predicciones, Jesús (as) regresaría como el Imam de los musulmanes – de entre sus filas. No sería un nuevo profeta en el sentido de que traería una nueva ley, sino que sería un “profeta sombra“, es decir, subordinado al Santo Profeta Muhammad (saw), y un seguidor completo del Santo Profeta (saw) y del Sagrado Corán dentro del Islam.
Esto no contradice la afirmación de que el Santo Profeta Muhammad (saw) es el “Sello de los Profetas” (Khatam-un-Nabiyyin), porque esto no significa “último de los Profetas” sino el “mejor y más grande de todos los Profetas”. Este tema, en particular, divide a los musulmanes ortodoxos y a la AMJ.
Según las profecías, el Mujaddid del siglo 14 de la era islámica, Hadhrat Mirza Ghulam Ahmad (1835-1908), fundó la AMJ en 1889 en Qadian (India). Él también es el reformador del fin de los tiempos prometido por todas las religiones mundiales (el regreso espiritual de Jesús (as) y el Imam Mahdi), quien guiará al mundo hacia la paz a través de su trabajo dentro de 300 años desde su aparición.
El Mesías Prometido (as) revivió el Islam de una profunda depresión y lo defendió con éxito contra falsas acusaciones e intentos misioneros cristianos en el siglo XIX. También explicó la verdad y la belleza del Islam en más de 80 libros.
Él eliminó las presuntas contradicciones (abrogación) en el Sagrado Corán y hace más de un siglo declaró claramente que, según las enseñanzas del Sagrado Corán y las enseñanzas del Santo Profeta Muhammad (saw), el uso de la violencia en asuntos de fe está absolutamente prohibido. El Mesías Prometido (as) reemplazó la lectura medieval del Sagrado Corán con una interpretación moderna metafórica, que hace comprensible la necesidad de las enseñanzas islámicas incluso para resolver los problemas de nuestro tiempo.
Liberó a la mujer que en muchas sociedades islámicas tenía que desempeñar un papel pasivo debido a la tradición y la mala interpretación del Sagrado Corán. También refutó los argumentos de muchos clérigos ortodoxos a través del Sagrado Corán y los hadices. Como Allah le reveló una vez, la esposa no es una sirvienta sino una compañera (tazkirah).
Al fundar la AMJ y establecer el califato espiritual guiado correctamente, también sentó las bases para la expansión pacífica de las enseñanzas puras del Islam en todas partes del mundo.
Califato
Después del fallecimiento de su fundador, la AMJ fue dirigida por sus sucesores elegidos – los Khalifas. El actual líder espiritual de la comunidad, Hazrat Mirza Masroor Ahmad (aba), fue elegido como el quinto sucesor del Mesías Prometido en 2003.
La AMJ es el único movimiento islámico en el mundo que está dirigido por un califato espiritual.
Apariencia del Mesías Prometido (as)
En todas las principales religiones existen profecías sobre la aparición de un gran profeta y reformador que aparecería en un momento en que el mundo estaría dominado por el egoísmo y la incredulidad. Jesús (as) también anunció su regreso y dio señales para este evento.
En el cristianismo, esto se llama la Parusía (del griego para llegada). El Santo Profeta Muhammad (saw) también narró una serie de profecías en las que se menciona el regreso de Jesús (as) y la aparición del Imam Mahdi.
Sin embargo, los cristianos y musulmanes tienen diferentes puntos de vista sobre cómo se cumplirán estas profecías. Los musulmanes ortodoxos creen que Jesús ascendió vivo al cielo y está físicamente presente en el paraíso al lado de Dios, y que algún día descenderá y derrotará al mundo de los incrédulos por la fuerza de las armas.
Segunda Venida de Jesús (as)
La Comunidad Musulmana Ahmadía, sin embargo, afirma que tal pensamiento contradice la sabiduría de Dios. Es absurdo suponer que Jesús (as), con su cuerpo de carne y hueso, esté en un paraíso por encima de las nubes, donde tiene que comer todos los días y realizar otras tareas que un ser humano debe realizar debido a su constitución física.
El paraíso, según podemos entender a partir de las escrituras sagradas de la humanidad, no es un lugar material, sino un estado espiritual en el que se encuentra el alma. Dios no es un ser hecho de materia, sino que está más allá de la formación y la descomposición inherentes al cuerpo. Tampoco está limitado a un lugar material, por lo que la “ascensión” de Jesús no puede significar que ascendió a un lugar específico en el universo; más bien, uno solo puede acercarse a Dios en un sentido espiritual, ya que solo la reverencia y el comportamiento espiritual, como la devoción, la humildad y el amor, llegan a Él, no las cosas materiales.
Pero si Jesús (as) no ascendió a Dios en el paraíso con su cuerpo, ¿dónde está entonces? ¿Y cuál será su regreso, del que se habla en numerosas profecías de varias religiones?
El Sagrado Corán explica que Jesús (as) murió una muerte natural en la tierra. Según Hadhrat Mirza Ghulam Ahmad (as), Jesús sobrevivió a la crucifixión en estado de inconsciencia y luego emigró a las tribus perdidas de la Casa de Israel hasta Kashmir, donde está enterrado (4:158 y 23:51). Su tumba en el barrio de Khanyar de la ciudad de Srinagar aún se puede visitar hoy en día. Además, Dios dice en otros 30 versículos del Sagrado Corán que Jesús (as) murió en la tierra. Pero, ¿cómo puede tener lugar su regreso entonces?